Shinafu de Uetsu
En Japón, desde los periodos de Jomon y Yayoi, se ha fabricado hilo de fibra derivado de plantas y árboles que crecen de forma natural en las montañas como la tilia japonica, el moral, el olmo, la glicina, la vid kudzu y el ramio, y ha utilizado este hilo para tejer tela y confeccionar prendas y adornos para el uso privado en el hogar.
Gracias a la evolución de la tecnología de hilado durante el periodo Meiji, los productos del algodón se volvieron más comunes y muchas regiones dejaron de producir estas telas tradicionales pero, en esta localidad, se siguió utilizando para fabricar ropa casual y prendas para realizar trabajos agrícolas. También tuvieron éxito las redes de pesca, tela filtrante, sábanas y bolsas de almacenamiento. Después, el desarrollo de la economía japonesa y la modernización de los estilos de vida dieron lugar a una caída repentina de la demanda y, aunque apenas se mantuvo la producción para uso personal, desde finales del periodo Showa (1970-80) se incrementó el uso de artesanías tradicionales para actividades de revitalización regional, así como la demanda de las artesanías simples, que dio lugar a una expansión gradual de las actividades de producción.
Características
La fibra vegetal extraída de la corteza de la tilia japonica, la tilia maximowicziana y la tilia noziricola cultivadas en la región montañosa de Uetsu se convierte en hilos y se crea la tela.
Se usaba para fabricar ropa y adornos desde los periodos Jomon y Yayoi y, actualmente, la tradición continúa en lugares como la región de Sekigawa de la ciudad de Tsuruoka, Yamagata y Sampoku-machi, Iwafune-gun o Niigata. Como las materias primas son fibra de la corteza de los árboles, la textura es rugosa pero posee una textura estable característica y pasa a ser obis y kimonos, así como bolsos, sombreros y otros elementos del día a día.
Cómo se crean
La tilia japonica, la tilia maximowicziana y la tilia noziricola son árboles caducifolios que forman parte de la familia Tilia de plantas con flor.
Estos árboles crecen de manera natural en las zonas montañosas a lo largo de la costa de Japón y de la región de Tohoku y, dependiendo de la región, se les llama de diferentes nombres, entre ellos, mada, manta, mouda y moada. El hilo se hace girando y torciendo las fibras extraídas de la fibra vegetal de los árboles, y estos hilos se tejen en telares a mano o telares de pedal. El procesamiento de la fibra de corteza no puede mecanizarse y tiene que seguir haciendo a mano actualmente.