Teñido de patrón fino de Tokio
Aunque la historia de esta artesanía se remonta al período Muromachi (1392-1573), no fue hasta el período Edo (1600-1868) cuando se produjeron telas de este tipo en cantidad. Las telas teñidas con plantillas fueron especialmente usadas para el kamishimo, que era un vestido formal que llevaban los Daimyo. Estos señores feudales regionales debían quedarse en Edo durante largos períodos de tiempo, lo que provocó un aumento de la demanda de estas telas y convirtió a Edo en el centro de su producción. Originalmente solamente las clases de los Daimyo y los samurái llevaban prendas de esta tela.
Sin embargo, a mediados del siglo XVIII las clases mercantes empezaran a sobresalir y también querían vestir con ropa elegante. Gradualmente, incluso la gente normal sentía atracción por los diseños delicados y la artesanía se desarrolló inmensamente. Durante todo el período Edo, tanto hombres como mujeres llevaban kimonos fabricados con estas telas teñidas con plantillas de diseños delicados, pero durante el período Meiji (1868-1912) empezaran a usarse exclusivamente para los kimonos de las mujeres.
Las técnicas de esta artesanía se fueron fortaleciendo durante muchas generaciones y resultaron en la creación de telas con estilo, elegantes y con diseños refinados que contaban con pequeñas repeticiones y colores muy simples. Los diseños son cortados por una persona con experiencia con un cuchillo afilado o herramientas especiales.
Características
La plantilla Ise-katagami usada para teñir los diseños elegantes es tallada a mano por un maestro artesano. El Tokyo Some-komon, nació de las tradiciones textiles históricas japonesas, su singularidad reside en sus estampados geométricamente intrincados, y en proporcionar una impresión sofisticada y refinada a pesar de usar un solo color.
Cómo se crean
El papel washi de gran calidad y fabricado a mano se coloca en capas y se endurece con taninos de caqui, luego se corta en un “ji-gami” (papel de base). Se utiliza entonces un cuchillo pequeño para cortar el estampado y crear una plantilla. Una tela base blanca se estira luego en una tabla larga, encima de la cual se coloca la plantilla, que luego se cubre con un almidón resistente al tinte. Luego se desprende la tela de la tabla, y se usa una espátula grande para extender la pasta de color en la plantilla y teñir la tela. Para que se absorba el tinte, se hierve la tela al vapor antes de secar el tinte. Finalmente, para quitar el exceso de almidón del tinte, se lava la tela cuidadosamente a mano en agua fría.