Cerámica Tamba Tachikui
Destacado entre los seis hornos antiguos de Japón, Tamba Tachikui Yaki se remonta a finales del período Heian (794-1185). Un "horno de agujero" o anagrama se usaba hasta el período Momoyama (1573-1600) pero el noborigama o "horno ascendente" empezó a usarse junto con un torno de alfarero, que en esta zona gira en la dirección contraria a las agujas del reloj. Las técnicas noborigama y las tradicionales todavía se usan hoy en día.
En los primeros días, se fabricaban grandes vasijas, pero cuando empezó el período Edo (1600-1868), muchas piezas famosas de cerámica se fabricaron para la ceremonia del té bajo la vigilancia del maestro del té Kobori Enshu. Estos articulos todavía se fabrican junto a varias piezas de vajillas, frascos de sake, vasos, decoraciones y grandes tiestos.
Usando esmaltados de ceniza y de hierro, los artículos diarios con un talante rústico son el pilar de esta cerámica. Las piezas que se cuecen en un noborigama toman un color muy distintivo y una textura de superficie característica debido a la manera en la que la ceniza de los troncos de pino que se usan para quemar se esparce dentro del horno. La ceniza se mezcla con el esmaltado para producir efectos interesantes que son aceptados y llamados haikaburi, y dan a cada pieza su propio carácter individual.
Características
Gracias a que son esmaltados con ceniza y esmaltados con hierro, estas vasijas sin decoraciones desprenden toda la belleza rústica de los objetos cotidianos. Todas estas vasijas son horneadas en hornos ascendentes, las cenizas de los pinos que se queman dentro de los hornos se deshacen en el esmaltado aplicado y provocan deformaciones y variaciones del color y crean así unos estampados particulares llamados “haikaburi” (marcas de ceniza). La apariencia de estos estampados varía de una vasija a otra, lo que les da a cada una de ellas un carácter particular.
Cómo se crean
El proceso de fabricación se divide en las siguientes fases: preparación de la arcilla, moldeado, decoración, pintura, esmaltado y cocción. Aún así, las formas casi siempre son creadas en el torno del alfarero y también se usan técnicas como la "tatara", el moldeado manual y el estampado. El proceso es un verdadero ejemplo de la "fabricación irregular", ya que los artículos son creados individualmente, desde el trabajo con la arcilla hasta el acabado de los productos. Cuando no se aplica el esmaltado, se cuecen las vasijas en hornos ascendentes o en hornos tipo agujero.