Se han descubierto elementos de cubos que datan de los siglos XV y XVI en el antiguo lugar del castillo de Akita. Los registros que datan de principios del siglo XVII administrados por una de las antiguas familias del clan Akita, dejan claro que los cubos los usaba un fabricante de sake en el actual distrito de Ogatsu-cho.
También hay ejemplos del siglo XIX de diferentes tipos de barriles y cubos preservados por la familia Aoyagi de otro distrito, Kakunodate-cho. Tienen un recubrimiento lacado y se usaban bandas de cobre y bambú; las formas eran las que continúan siendo actualmente.
La madera de los soportes naturales de cedro local tiene un grano fino y recto y, además de tener un aroma maravilloso, no es propensa a la distorsión porque la madera se mueve muy poco. La excelente calidad de la madera contribuye a la calidez de esta artesanía y aporta encanto y un sentido de calidad a las vidas de quienes usan estos cubos y barriles. El aroma de la madera contribuye especialmente al valor de productos como las bañeras japonesas, los cubos para sushi, las jarras de cerveza, las botellas de sake y los cubos de arroz. Los jarrones de flores también se benefician de la madera de un modo diferente, al igual que los cubos de caramelos y los paragüeros.