Esta artesanía comenzó durante el siglo XVIII con la aparición de tres tipos de trabajadores de metales preciosos cualificados. Primero estaba el shirogane-shi, quien diseño artículos que luego fueron hábilmente reproducidos por maestros de esta técnica; y después, había trabajadores metalúrgicos expertos que fabricaban cosas como peines, horquillas (kanzashi) y accesorios metálicos decorativos para los santuarios portátiles o mikoshi.
Las fábricas de acuñación de monedas de oro y plata en Edo contribuyeron significativamente a elevar el nivel de habilidades de tales artesanos. Además, Edo era el centro de la política, las finanzas y la cultura, donde los señores feudales debían vivir durante largos periodos. En consecuencia, la platería en particular se desarrolló con su patrocinio. Hoy en día, se producen muchos artículos excelentes, principalmente con patrones tradicionales.
Una confluencia de tantas habilidades, Tokyo Ginki es de la más alta calidad, además es el epítome de la belleza y la durabilidad. No solo eso; al no estar hecho de una sustancia nociva, puede usarse para muchos tipos de recipientes, adornos y otros artículos de uso cotidiano. Se hacen tanto artículos forjados como grabados. Se fabrican latas de plata para guardar el té, frascos de sake, floreros, adornos y muchos otros artículos pequeños para el hogar.