Las técnicas de esta artesanía se llevaron de Kioto a Banshu a finales del periodo Edo (1600-1868). Los agricultores locales comenzaron a hacer ganchos y anzuelos en su tiempo libre, preservando y desarrollando la artesanía a lo largo de los años, mientras que perfeccionaban cada vez más cada tipo de gancho a un nivel que traería buenos resultados. Los anzuelos ganaron varios premios en las ferias de pesca celebradas a finales del siglo XIX y, como resultado, Banshu Kebari obtuvo el reconocimiento de muchos pescadores.

Al crear un anzuelo, es importante considerar el tipo de pez que se persigue, la estación del año, el clima y la profundidad y la química del agua en la que habita el pez. La consideración de estos factores ha llevado al desarrollo de más de 1000 tipos diferentes de anzuelos. Hacer uno requiere la máxima concentración, pero el resultado es una gran ilusión, en los colores más atractivos, que imita perfectamente a un insecto en el agua. Hoy, Banshu lidera este campo como el principal productor de anzuelos de pesca del país.