Desde mediados del final del período Edo, los artesanos tintoreros en estas regiones desarrollaron la artesanía de las telas teñidas con colores únicos en violeta-Edo, índigo, cártamo rojo, marrón-Edo y otros colores. La característica principal de este estilo de teñido es la armonización de color que se consigue mediante la repetición del teñido.