La primera porcelana que se produjo en el área de Kutani fue en el siglo XVII, cuando un miembro del clan Kaga, Goto Saijiro, que había estudiado las técnicas de la fabricación de porcelana en Arita, en el norte de Kyushu, erigió un horno para hacer las vajillas Kokutani, un porcelana de arcilla adecuada que se había descubierto en la zona.
Las vajillas Kokutani o "Kutani viejas" combinaban la generosidad y el esplendor de la cultura del clan Kaga, y evolucionaron hacia una forma única de porcelana con una fuerza única. Sin embargo, a finales del siglo XVII, la producción se suspendió de repente. La cocción no empezó de nuevo hasta principio del siglo XIX cuando se produjo el renacimiento de Kutani Yaki. Aparecieron muchos tipos de hornos diferentes, cada uno de ellos con su estilo de diseño único para ayudar a establecer su centro de producción. Había el estilo Mokubei del horno Kasugayama, el horno Yoshida que intentaba emular las vajillas Kokutani, los dibujos finos en rojo del horno Miyamoto y los diseños adornados con rojo y oro del horno Eiraku.

La calidad intrínseca verdadera de Kutani son imágenes esmaltadas en múltiples colores. Se caracteriza por usar pigmentos japoneses superpuestos, principalmente el rojo, verde, amarillo, morado y azul de Prusia y diseños atrevidos. Lo que tal vez sea único de Kutani es la manera en la que aparecen los esmaltados, incluso de modo más brillante debido a la contención de colores de su tierra ligeramente azulada. Ahora se realizan muchas piezas de vajillas en varios estilos Kutani, junto con floreros, algunos ornamentos y frascos de sake bellamente adornados.